lunes, 23 de noviembre de 2009

Lincoln y otra enfermedad con él asociada

Publicado el 22 de Noviembre de 2009 por Felix Larocca.

Que Abraham Lincoln fue una persona extraordinaria, es un asunto que puede extenderse hasta su mismo cromosoma 10 — por lo menos, así es como algunos científicos hoy piensan.

Recientemente en la prensa médica norteamericana se ha empezado a postular que el famoso e ilustre presidente norteamericano pudo haber sufrido de un síndrome de origen genético conocido bajo el nombre de MEN 2B (Multiple Endocrine Neoplasia 2B o Neoplasia Endocrina Múltiple 2B).

Esta condición pudiera ser responsable por la estatura alta de Lincoln, algo que ha sido, por muchos años no sólo sujeto de especulación médica sino que también se cree que fuera responsable por las enfermedades y comportamientos extraordinarios de este presidente.

De acuerdo a algunos de los teoristas, se sospecha que Lincoln ya estaba en las etapas terminales de un tipo de cáncer del que sufriera y de que él estaba supuesto a morir dentro del mismo año, y antes de que fuera asesinado.

Este cáncer, de un tipo que constituye complicación inevitable de MEN 2B, probablemente había causado la muerte de uno de los cuatro hijos de Lincoln, tres de los cuales murieron antes de cumplir los 20 años.

De ser ciertas, estas especulaciones asignan una de las condiciones más extraordinarias conocidas en la medicina a una de las figuras históricas mejor conocidas. Pero, lo que hace de ésta una circunstancia especial es que su presencia puede ser refutada o demostrada por pruebas diagnósticas conducidas en el ADN de Lincoln, específicamente del gen llamado RET en el cromosoma 10, que causa la enfermedad.

Lo último no sería difícil porque existen vestigios de ADN del martirizado presidente en la sangre que aun tiñe algunas de sus vestimentas cuando fuera víctima del horrible magnicidio. Además existen ocho fragmentos del cráneo de Lincoln, preservados de su autopsia, y los que el Gobierno Federal guarda.

Nadie cree que estos vestigios serán sacrificados para avanzar una hipótesis sin aplicaciones prácticas.

MEN 2B es un subtipo de una enfermedad genética cuyas víctimas desarrollan invariablemente un tipo de malignidad en un órgano endocrino. Algunas personas nacen ya con los tumores. Pero, casi todos los pacientes desarrollan cáncer de la tiroides o de la glándula suprarrenal. Casi el 50% de los pacientes lo hereda de uno de sus padres. Se postula que la mamá de Lincoln, quien muriera a los 34 años fuera víctima de MEN 2B. En el resto de los casos, la mutación hace una aparición espontánea en la víctima, quien a su vez la transmite a su progenie.

MEN 2B es ‘la forma más rara de todos los síndromes cancerosos, raros y hereditarios’, nos dice Jeffrey F. Moley, un cirujano y un experto en esta condición en facultad de Washington University School of Medicine en Saint Louis.

Moley en su banco de datos archiva 28 casos documentados de esta condición. Él sospecha que no existen más de unos quinientos casos en todos los Estados Unidos.

De ser cierto que Lincoln fuera una de sus víctimas, éste sería el primer caso confirmado de la condición.

En los pacientes de Moley se reportan con mucha frecuencia párpados caídos con las esquinas del ojo engrosadas y labios llenos de irregularidades. La gran mayoría de los pacientes tienen los intestinos enormemente agrandados, los que protruyen visiblemente, borbotean del modo más audible y que asimismo producen gas en abundancia — síntomas que no se han atribuido a Lincoln.

A pesar de todas sus reservaciones, Moley concede que en el caso de Lincoln la condición pudo haber existido.

Otros investigadores han especulado que Lincoln pudo haber sufrido del síndrome de Marfán (descrito por nosotros en otras ponencias). Este último es, asimismo, una condición genética caracterizada por piernas, manos, cuerpo, brazos y dedos muy alongados en apariencia, articulaciones fláccidas, deformidad pectoral y debilidad de la pared de la aorta, la que puede explotar, causando la muerte prematura de la víctima.

El descubrimiento en el 1991 de que el síndrome de Marfán lo causa una de muchas mutaciones en un gen por la fibrilina, un componente de los tejidos elásticos del cuerpo, causó que algunos investigadores pidieran que le permitieran analizar el ADN de Lincoln para determinar esta posibilidad diagnóstica.

El gobierno lo rehusó en bases de que hubiese destruido gran cantidad de los tejidos preservados como reliquias, para hacer esta prueba.

MEN 2B, de veras, causa una apariencia ‘marfanoide’. Lo que atrajo el interés hacia esta posibilidad. Para muchos la evidencia final se encuentra en la apariencia de los labios del 16to presidente.

Otra de las manifestaciones comunes de MEN 2B es la aparición de neuromas o masas de tejido nervioso en la lengua o en los párpados. NO existen fotografías de la lengua de Lincoln, pero se ha notado la aparición de sus labios que muchos consideran diagnóstica. Esta característica se ve en el billete de $5.00.

Los antedichos neuromas también ocurren en los intestinos y causan estreñimiento y diarrea de por vida, lo que fuera verdad en el caso de Lincoln.

Existen pruebas adicionales, aunque circunstanciales, de que Lincoln sufría de cáncer. Numerosas observaciones se han registrado que el presidente enflaqueció durante los años que viviera en la Casa Blanca. Tres meses antes de morir en abril del 1865 cuando tuviera 56 años, el presidente se desmayó cuando se levantara súbitamente de una silla en la que estuviera sentado. Asimismo Lincoln sufría de dolores de cabeza de naturaleza severa y se quejaba de tener las manos y los pies fríos. Todos los últimos son síntomas típicos del feocromocitoma, un tumor productor de adrenalina que es uno de los dos tipos de cáncer asociados con MEN 2B.

Además se considera muy posible que dos de los hijos de Lincoln, Willie y Tad, asimismo sufrían de MEN 2B.

Fotos de ambos muestran los labios irregulares típicos de la condición. Willie murió a los 11 años, posiblemente de fiebre tifoidea, y Tad a los 18 de tuberculosis. Algunos investigadores especulan que Tad sufría de cáncer de la tiroides que se había diseminado hacia el pecho y que fuera causa de que fluidos de acumularan alrededor de los pulmones, ésta siendo una complicación que sus médicos entrarían en su dossier en varias oportunidades.

Argumentos de importancia menor serían que Lincoln se cansaba muy rápidamente prefiriendo recostarse en toda oportunidad posible, evitando la mirada directa, quizás para ocultar el aspecto peculiar de sus ojos.

Un argumento en contra de esta hipótesis es que la mayoría de estos pacientes mueren en la niñez. Aunque hoy se conocen casos de personas que viven dentro de una avanzada parte de la quinta década de la vida.

Los pacientes conocidos de MEN 2B que residen en el Japón tienden a vivir vidas más largas que las que viven los norteamericanos. La razón para esto es incierta, ya que la mutación genética es idéntica para ambos grupos. Moley, cree que de algún modo los hábitos de vida de los japoneses modifican, para ellos, el curso de la enfermedad.

Fragmentos de huesos, sangre seca y aún un mechón de pelo de Lincoln existen que podrían resolver este rompecabezas — lo que hasta ahora no ha sido permitido por el gobierno.

El Museo de Historia de Chicago posee la cama donde Lincoln muriera. El colchón y las sábanas están teñidos de sangre. El museo asimismo preserva el chal con manchas de sangre que su esposa Mary Todd usara en la noche fatídica del asesinato.

Pero, hasta ahora, no ha sido posible conducir las pruebas necesarias para clarificar este enigma médico.

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